Vivimos en un pais dónde una de las salidas laborales más buscadas es trabajar en la administración pública.
El mercado laboral privado es tan exigente y poco gratificante que mucha gente busca una salida laboral en el empleo público.
La mayoría de funcionarios diría que no trabajan en la administración pública por una vocación de servicio público a la sociedad, lo hacen por una vocación de servicio privado y personal para garantizarse una supervivencia económica y unos derechos laborales. Lo cual es muy legítimo.
Lo que no veo tan legítimo es esa hipocresía social tan generalizada en tantos funcionarios de que ellos son funcionarios por que aman mucho a la población y son muy buenas personas. A mi modo de ver en la mayoría de los casos es pura hipocresía.
Si tanta gente quiere ser funcionaria es en buena medida por que la alternativa laboral privada, no da una salida satisfactoria en cuánto a seguridades laborales y en cuánto a condiciones económicas viable.
Ahora bien ya que los funcionarios degraciadamente en general no reconocen esos beneficios laborales que tienen respecto al resto de trabajadores.
Tampoco son agradecidos con la sociedad que les paga y les garantiza todos los derechos laborales de los que gozan.
Muchos funcionarios no aceptan el control y auditoría de sus funciones.
Tampoco parece que acepten la autoridad ni el liderazgo político que representan a la sociedad que les está pagando.
Por tanto parece que hemos llegado a un modelo funcionarial y de estado que parece alrevés la sociedad está al servicio del estado y no alrevés como en teoría debiera ser.
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