Lo público tiene muy buena prensa en determinados sectores sociales como algo casi divino. Para la izquierda lo público es señal de bueno, de defensa de lo de todos.
La realidad a mi modo de ver es bastante más compleja y contradictoria que esos sloganes de la izquierda.
Lo público comporta impuestos, impuestos sobre todo a aquellos que trabajan. Si esos impuestos llegan a ser abusivos en realidad lo público pasa a generar cierto malestar social en vez de lo supuesto contrario.
El modelo público de trabajo se basa en oposiciones aveces muy duras.
Esas oposiciones no garantizan para nada la calidad del trabajo posterior realizada por el trabajador público.
El modelo de trabajo público se basa en unas oposiciones y puntuaciones y una vez lograda la plaza se pasa a prácticamente toda una serie de derechos que tiene que pagar el resto de la sociedad. Esos derechos no conllevan unas obligaciones apenas de forma equilibrada y justa.
Hay casos de funcionarios que viven en el absentismo permanente o en el bajo rendimiento laboral permanente y a cambio de eso reciben toda una serie de derechos lujosos.
Esta realidad que para mucha gente de la izquierda no existe o bien si dicen que existe la consideran insignificante en realidad a mi modo de ver es muy probable que encarezca de forma sustancial los servicios públicos o reduzca su calidad.
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