Ir al contenido principal

El modelo laboral de la izquierda.

 Para muchos políticos de izquierdas parece que ven al trabajo como un condena, como una explotación, como una actividad embrutecedora para el hombre, curiosamente su concepción del trabajo se parece en cierta medida a la que tenían los aristócratas y las clases pudientes con el trabajo. 

Así pues siguiendo esta lógica no escrita, no reconocida y no aceptada, pero que si parece practicada, la izquierda hará todo lo posible para aplicar medidas en la economía, para que se trabaje lo mínimo posible y  con la peor calidad posible y el menor interés posible.

Si la izquierda ve en el trabajo un castigo y una explotación por que no ir contra el trabajo? 

Asi pues los éxitos sindicales y de las políticas de izquierda, serán cuantas más vacaciones mejor, cuantos más exenciones y permisos de baja mejor, facilitar a la gente con problemas sociolaborales las bajas, subvenciones y subsidios. Si el trabajo embrutece son lógicas estas medidas. 

Siguiendo esa línia cuanto antes se jubile la gente mejor, cuanto más caro sea el coste del despido mejor, más exitosa considerarán su gestión. 

Toda esta visión genera un clima social laboral y empresarial de tensión por que será muy difícil con esta realidad que las empresas contraten y que las empresas mejoren sus salarios. Parece que esa reflexión en la izquierda es falsa, o no la ven, o es un tabú. 

Medidas fáciles y populistas que a medio y largo plazo generan un pais pobre y de gente insatisfecha. 

Acaso el trabajo y su calidad no sirve para mejorar los servicios de un pais, y sirve a los trabajadoras para automejorarse y para sentirse satisfechos de su aportación social? 

 

Comentarios

Entradas populares de este blog

Ioanda Diaz y los wokes.

  La cultura de la izquierda y la ultraizquierda sigue y lleva siglos ya osea que tiene pinta de que seguirá asi bastantes más siglos con los mantras de las respuestas simples y populistas a los problemas. Y sobretodo en base a una demagogia y un uso de las emociones de forma chantagista.  La cultura de las ayudas crea un chantage moral e intelectual por que claro quien puede estar en contra de querer ayudar. Pero detrás ese concepto de ayudar hay muchas trampas y manipulaciones que provocan que ese ayudar no sea ayuda, se convierta más bien en abuso y corrupción por parte de  muchos ayudados y por parte de muchos que viven del sector público.  Es por eso que las políticas de izquierda tal y como estan formuladas lo único que hacen es crear nuevos problemas, pobreza y perpetuar los conflictos. Que a mi modo de ver al igual es lo que quieren muchos líderes de izquierda y seguidores de la izquierda perpetuar la pobreza para si poder seguir odiando a los ricos y a los c...

Reinvidicacións dels treballadors públics.

És constant veure a col.lectius de treballadors reivindicar més recursos, un eufemisme de la paraula diners que els faria igual quedar una mica malament o veure el plumero del que realment volen són més diners per ells i treballar menys.  Els col.lectius públics a espanya en general tenen el denominador comú de que el primer que els motiva són els seus diners i els seu beneficis col.lectius i finalment privats.  Tot aquest interès sempre es barreja en presentar-se per defensar l' interès públic i l ' intereés general.  A la pràctica no hi ha manifestació dels col.lectius públics que coincideixi amb més demandes salarials o aventatges laborals. 

Acudits d' autonoms.

 Els autonoms viuen entre mig del més salvatge capitalisme empresarial i del més salvatge expoli fiscal. Viuen en la incertesa del dia a dia. Diuen que estan poc malalts etc. etc. que no tenen apenes prestacions a la desocupació i ni ajudes quan han de tancar la pròpia empresa.  També s' ha de dir que molts d' ells han pogut guanyar-se molt bé la vida i després de fases de molt treball han aconseguit viure també sense haver de fer feines pesades.  El que si és cert és que els partits d' esquerra apenes els ajuden, jo diria que els veuen com en certa enveja i els partits de dretes tampoc els ajuden doncs són una competència a la gran empresa.  Així doncs els autonoms viuen políticament en terra de ningú però al mateix temps són dels que estan més immersos en el teixit social i productiu.