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Los conflictos territoriales, maximalismos e intransigencia.

Cuando estallan las guerras la mayoría de gente se pone las manos a la cabeza. Se horroriza. Se indigna y se solidariza con el sufrimiento inecesario creado por la guerra.  Cuando estalla una guerra es muy complicado terminarla y pacificarla, en general ya no hay soluciones más que esperar que haya un vencedor o bien se eternice el conflicto. 

Si hay un vencedor el fuerte someterá al perdedor, el fuerte impondra en el territorio conquistado su relato de vencedor. 

Pero el orígen de las guerras tienen muchas causas variadas que se han ido dejando podrir con el tiempo. Si se hubiera actuado antes en los conflictos y llegado a acuerdos para ambas partes en conflicto el baño de sangre sería evitable. 

La mayoría de conflictos territoriales son fruto de conflictos muy duraderos, que se eternizan sin resolver con la posiblidad de que acaben en guerra. 

Al ser conflictos de tal duración de tiempo, con tantos pequeños conflictos detrás cada contendiente tiene material para manipular y explicar la realidad como le interese. 

Entramos pues en un periodo de bajas pasiones humanas, ambas partes atacan e insultan, menosprecian la otra parte y se victimizan. 

Pero sin duda en todo conflicto hay mucha intrasigencia de la parte más fuerte. El lio viene que el papel de fuerte y debil muchas veces se intercambia en territorios y situaciones. Una parte puede ser la más débil en el territorio global pero más fuerte en zonas determinadas. 

Pero ese puzzle de problemas viene siempre acompañado de mucha intransigencia por parte de los contendientes y por parte de todo el entorno. 

Vemos por ejemplo como europa y el mundo en general se cierra en banda en negociar fronteras, en realizar referendums, en buscar formulas variadas para conflictos variados. 

Los estado nación no quieren ceder en nada de sus territorios es más a poder ser quieren aún más. Las regiones que quieren independizarse se radicalizan y adoptan actitudes violentas. 

Los estados consideran que su violencia es legal y legítima y la vuelven a aplicar sobre las minorías generando más movimientos de venganza por parte de las minorías. 

Nos encontramos entonces ante un círculo vicioso. 



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