El precio de la vivienda es un bien básico para poder vivir y crear una familía.
El precio de la vivienda debería a mi modo de ver ser proporcional a los salarios medios de los ciudadanos.
Si el precio supera la proporción con el salario, cada subida de precios de la vivienda es una bajada de salarios.
Socialmente, económicamente y ecológicamente la vivienda y su precio tiene que estar regulado por que afecta directamente la vida de las personas y la ecología del planeta.
Si hubiera terreno infinito o si bien no fuera un bien básico uno podría estar a favor de que las fuerzas de mercado determinarán su precio, pero al ser un bien de tanto valor social y de tanto valor económico creo que los estados deben regular sus tarifas de alquiler y de venta.
Mirando la realidad del precio de la vivienda des de otra prespectiva, el precio real de la vivienda de lo que cuesta realmente hacerla no es el precio especulativo que se pide por ella. No es lógico económicamente que de viviendas de más de 50 años con un estado bien justo se pidan cantidades que rocen el 50 por ciento del salario de la gente, algo falla en el mercado inmobiliario para que haya tanta diferencia entre el coste real de construcción de una vivienda y el precio de venta real.
Cabe destacar también el papel abusivo y recaudador que las administraciones públicas locales han echo de las viviendas de primer uso. Un abuso fiscal a mi modo de ver totalmente antisocial y antieconómico, el estado debiera dejar de cobrar tantos impuestos al alquiler de la primera vivienda o a la compra de la primera vivienda.
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